Hace tiempo que llevo escuchando cosas acerca de Arduino, según sus creadores «una plataforma de electrónica abierta para la creación de prototipos basada en software y hardware flexibles y fáciles de usar». Días atrás, un amigo mío, al que también le gustan este tipo de artilugios, me empezó a comentar las bondades que había leído por Internet acerca de esta plataforma. Así que me picó la curiosidad y decidí googlear un rato, encontrando bastante información del tema y algunos experimentos hechos con Arduino bastante interesantes. Decidí pedirme uno por Internet (sí, estas cosas son complicadas encontrarlas en la tienda de la esquina) y ya lo tengo en casa.
¿Pero, que es realmente Arduino y para que sirve?
Arduino es un autómata programable de bajo coste; básicamente es una placa con un microcontrolador Atmel y una serie de entradas y salidas analógicas y digitales. Mediante la programación de dicho controlador podemos actuar sobre dichas salidas, actuando sobre componentes externos y tomando señales del exterior mediante sus entradas. Es una buena base para cualquier proyecto de domótica, robótica, control, etc. que tengamos en mente porque además, hay disponible una gran variedad de placas (llamados «shields») que amplían su funcionalidad y nos permiten, por ejemplo, conectarnos con otros dispositivos vía bluetooth o capturar la posición en la que nos encontramos mediante un módulo GPS.
Dado que Arduino es una plataforma hardware «libre», el esquema de montaje lo tenemos disponible en su página Web, aunque lo más sencillo es comprar una de las placas ya montadas que existen, pues además tienen un precio muy ajustado.
Hay disponibles varias versiones de Arduino:
- Arduino Uno
- Arduino Nano
- Arduino Mini
- Arduino BT
- LilyPad Arduino
- Arduino Fio
- Arduino Pro
- Arduino Pro Mini
Básicamente todas estas versiones de Arduino son parecidas, basándose todas en un microcontrolador de Atmel, pero variando algunos aspectos como: memoria RAM disponible, número de entradas/salidas, conexión USB o bluetooth, montaje del microcontrolador en formato SMD, etc. La versión que mejor se ajusta a nuestras necesidades dependerá del proyecto que vayamos a realizar. Quizás, la mejor opción para empezar si no tenemos claro el proyecto a realizar sería Arduino Uno, pues dispone de puerto USB y de conectores de pines ya soldados en las entradas y salidas, de tal manera que tenemos todo lo necesario para empezar a experimentar sin tener que soldar nada.
En mi caso, la versión que he adquirido es la Pro Mini. Esta versión viene montada en SMD y no dispone de módulo USB en placa (lo tenemos que conectar por separado) de tal manera que las dimensiones son realmente pequeñas. Tampoco dispone de ningún tipo de conector soldado, con lo cual podemos disponerlos como mejor nos convenga para nuestro proyecto.
Esta versión de Arduino es una buena solución para proyectos dónde necesitamos tener Arduino embebido en un lugar de reducidas dimensiones. Mi idea es hacer un multicóptero con el mismo, así que el peso y las dimensiones es un punto importante a tener en cuenta. Para la conexión con el ordenador, necesitaremos de un adaptador FTDI, o bien, un cable USB con el adaptador incluido, mucho más cómodo desde mi punto de vista. Este cable o adaptador se conectará a los 6 puntos de soldadura que se ven a la izquierda en la foto anterior.
Arduino dispone de un entorno de desarrollo, cuyo lenguaje de programación es C. Dispone ya de muchas librerías incluidas que nos facilitan el trabajo para realizar determinadas tareas comunes, como son, comunicación por puerto serie, lectura de los valores de las entradas, manejo de servos (utilizando las salidas en modo PWM), conexión a una red, gestión de un LCD, etc.
El entorno es bastante simple, simplemente permite compilar y cargar el programa en el microcontrolador, poco más. Suficiente en principio para hacer multitud de proyectos, si tenemos unos conocimientos mínimos de programación.
La verdad es que «la puesta en marcha» del Arduino ha sido extremadamente fácil. Simplemente he tenido que soldar 6 pines en la placa para poder conectar el cable USB (os recuerdo que con un Arduino Uno no tendréis que hacer ni esto), instalar los drivers y el entorno de desarrollo y ¡listo! Ya podemos cargar nuestro primer programa. La verdad es que con el Arduino «a secas» poco podemos probar, simplemente cargar el programa «Blink» de ejemplo que hace parpadear un led soldado a la placa. Suficiente al menos para saber que todo funciona correctamente. A partir de aquí, ya nos podemos poner manos a la obra a experimentar.
A estas alturas seguramente ya os estaréis preguntando ¿pero entonces que diferencia hay entre Arduino y montarnos nuestro proyecto con un PIC? Pues básicamente es lo mismo. Yo siempre he utilizado para mis experimentos los PICs de MicroChip (como el 18F877) y la verdad es que funcionan realmente bien, y tienes a tu disposición una gama de microcontroladores en algunos casos mucho más potentes que el incluido por Arduino. Pero la verdad es que en estos proyectos con PICs lo primero que tenía que hacer es montar una placa con el microcontrolador y todo lo necesario para programar el chip y conectar alimentación y entradas y salidas; con Arduino lo tienes ya todo montado y la verdad a un precio que es incluso menor que el que te costaría montarte tu propia placa microcontrolada basada en un PIC.
Para experimentar y hacer nuestros proyectos caseros Arduino es una muy buena opción, permitiéndonos que nos podamos centrar en nuestro proyecto en vez de en soldar componentes o perder cantidad de tiempo analizando porqué la placa que hemos montado con el microcontrolador X no funciona. Si a esto le sumamos que existen multitud de extensiones (también listas para usar), gran cantidad de documentación y una amplia comunidad de donde sacar ideas, Arduino es un buen candidato para nuestros próximo proyectos.
¿Para qué usaremos Arduino? ¡A poner en marcha nuestra imaginación!